Los Vendedores de mayor éxito no se limitan a aportar valor. Ellos son un Valor en sí mismo. Las Compañías que así saben entenderlo obtienen una ventaja diferencial relevante.
Se trata de un cambio de planteamiento por parte de muchas Empresas que deberían plantearse cambiar la funcionalidad de sus Equipos de Venta -a los que consideran como elementos meramente tácticos- para pasarlos a ser parte esencial de la estructura estratégica de la Compañía.
Supone seleccionar, incorporar y formar a los mejores talentos y retenerlos, desarrollarlos y retribuirlos como tales.
Profesionales muy preparados, personas con auténtico peso específico humanista, apasionados con lo que hacen, con visión 360ª sobre el negocio que representan y sobre los negocios -y sus entornos- de cada uno de sus compradores.
Capaces de ser una auténtica cadena de transmisión entre los Clientes y la Empresa siendo percibidos por aquellos como aliados, expertos en proporcionarles nuevas visiones, distintas alternativas, mejores respuestas y soluciones.
Un contacto de élite, auténtico “socio” del Cliente en su especialidad, cuya cercanía, presencia, reflexión y consejo aquel solicita, aprecia y valora.
Un auténtico activo -no como mero “recurso humano”- sino como parte esencial de la naturaleza de la Empresa.