CUANDO ME OFRECIERON SER VENDEDOR PENSÉ QUE NO SERÍA CAPAZ
Me agobiaba la idea que yo tenía entonces sobre el perfil necesario para “vender”.
En el comienzo mi formación universitaria fue la Arquitectura reforzada con por el MBA del IESE.
Solo imaginarme “vendiendo” me generaba sudores fríos. No pensaba que tuviera el talento necesario para esa actividad comercial.
Suponía entonces que había que ser muy simpático, locuaz, con don de gentes, algo charlatán, amable, un poco pelota, capaz de dar “el coñazo” hasta que te dijeran basta.
Y además todo ello unido a un salario que en un porcentaje notable dependía de la cifra de ventas y por lo tanto, pensaba, “poco segurito”.
Fue mi mujer la que me animó a intentarlo. Creía más en mí y en mi talento para esa tarea que yo mismo. Como suele, acertó.
Parece que yo tenía habilidades relacionadas con la comunicación, la relación, la influencia, el sentido práctico, el reto, el gusto por resolver problemas y los resultados. Un perfil que ni yo mismo, en aquel momento, conocía.
Durante los más de 20 años que llevo en mi carrera colaborando con Empresas como Formador y Entrenador de Equipos Comerciales, he tenido y tengo la oportunidad de disfrutar participando en el desarrollo y crecimiento de auténticos Vendedores Profesionales .
En ese tiempo me han formulado muchísimas veces esta pregunta: Los Vendedores de éxito ¿ poseen esa habilidad social de manera innata , la adquieren por experiencia o la construyen formativamente?
He interactuado literalmente con miles de personas dedicadas a esta maravillosa e imprescindible actividad-la Venta Profesional- lo que me ha permitido observar que el Talento Comercial raramente tiene su origen en un sola fuente.
En general los Vendedores que sobresalen sobre el resto poseen un mix con tres expresiones, en porcentajes variables, de ese TALENTO para VENDER:
-INNATO
-POTENCIAL
-OCULTO
Sobre como explotarlo, desarrollarlo descubrirlo seguiremos hablando en próximos post.
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